Cuentan que en los
lejanos bosques de la vieja Ingliterra, un grupo de soldados despuès de haber
combatido por meses una dura batalla se encontraron cerca de una
aldea.
Los pobres soldados
cansados de caminar por dias y hambrientos, al llegar a la aldea llamaban a la
puertas de los habitantes de la aldea, algunos no abrian por temor a quien
fuera, otros abrian la puerta y cuando veian los soldados la cerraban, otros al
abrir y despuès de la peticiòn de los soldados de algo de comer, se negaban o
inventaban una escusa para no darles nada, cansados y agotados y hambrientos se
encontraban desanimados por la falta de hospitalidad de estos
habitantes.
El capitan del grupo
despuès de caminar hasta la Plaza Central de la Aldea, mirò a su alrededor, y
vio un poco de legna y una olla grande abandonada, despuès de hacer un gran
fuego y llenar la olla de agua, sacò de su bolsillo tres grandes piedras, las
limpiò con cuidadosamente, y cuando vio que hervia el agua, empezò a meter una
por una las piedras, con una cuchara de legno empezò a gustar el agua que hervia
y empezò a decir um........que bueno, dejemosla hervir un poco màs.
En tanto los de la
aldea curiosos miraban por sus ventanitas, y poco a poco salian de sus casas, el
primero que se acercò al capitan y a la olla que hervia fue un viejecito, que
preguntò curioso, pero que estàs haciendo buen hombre con esta olla llena de
agua? El capitan entusiasta respondiò: la sopa de las tres piedras., pero cierto
que seria sin duda màs buena si le metieramos una zanahoria, el viejecito dijo
enseguida te la traigo.
Poco despuès se
acerco una segnora anziana que preguntò la misma cosa, pero hombre de Dios que
està cocinando con estas piedras? El capitan la mirò con alegria y le respondiò:
pues la sopa de las tres piedras. Cierto que esta sopa saldria bien sabrosa si
le metieramos una o dos patatas y un apio La segnora toda sorprendida dijo pues
hombre voy a casa y ahora mismo te las traigo., y asi sucesivamente venian
curiosos uno por uno los habitantes a ver que sopa estaba cocinando este
capitan. Y el capitan cada vez sacaba su cuchara de legno gustaba un poco y
decia um........que sabrosa, y a cada uno le indicaba que bueno si metieramos un
pedazito de chorizo, a otro un pedazito de carne, sal, huesos de jamon, y a otro
algunas verduras y legumbres, al final de algunas horas. el capitan vio como
esta sopa tomaba color y desprendia un olor maravilloso, toma su cuchara y
introduciendola dentro de la olla estrae este liquido estupendo lo gusta y dice
um........asi que da la primera cucharadita al viejecito que le diò la
zanahoria, a la segnora anziana que le diò las patatas
y un apio, otra cucharada a quien le
dio la carne y asi poco a poco a todos., al final el viejecito tomò otra gran
cucharada y exclamò: Um......... està es la mejor y màs exquisita sopa que haya
probado en mi vida"
Que lecciòn
aprendemos de este cuento? De la sopa de las tres piedras? A ustedes la
conclusiòn.
La mia es que cuando
encontramos indiferencia, apatia, desuniòn, poca cooperaciòn, a veces tenemos
que cocinar la sopa de las tres piedras, es decir incentivar el espiritu de
iniciativa y instillar en otros la unidad pidiendo sin que otros se den cuenta
que cada uno de o participe donando lo mejor o sencillamente lo que tienen, asi
todos al fin pueden gustar del resultado òptimo en este cuento de la Sopa de las
Tres Piedras.
Si meditaron o
hicieron otra reflexiòn sientànse libre de expresarla y condividirla conmigo,
que tiene patatas o carne o verduras, sientese libre de darlas para cocinar su
sopa de tres piedras.
Gracias.
inma
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