Reflexion de una mujer casi sabia.Dicen que a cierta edad
las mujeres
nos hacemos invisibles,
que nuestro protagonismo
en la escena de la vida declina
y que nos volvemos inexistentes
para un mundo
en el que
sólo cabe el ímpetu
de los años jóvenes.
Yo no sé
si me habré vuelto invisible
para el mundo,
es muy probable,
pero nunca fui
tan consciente
de mi existencia,
nunca me sentí
tan protagonista
de mi vida,
y nunca disfruté tanto
de cada momento
de mi existencia como ahora.
Descubrí que
no soy una princesa
de cuento de hadas,
descubrí al ser humano
que sencillamente soy,
con sus miserias
y sus grandezas.
Descubrí que
puedo permitirme
el lujo
de no ser perfecta,
de estar
llena de defectos
de tener debilidades,
de equivocarme,
de no responder
a las expectativas
de los demás.
Y a pesar de ello
....¡quererme mucho!
Cuando
me miro al espejo
ya no busco
a la que fui...
sonrío
a la que ahora soy.

Me alegrome miro al espejo
ya no busco
a la que fui...
sonrío
a la que ahora soy.
del camino andado,
asumo
mis contradicciones.
Siento que
debo saludar
a la joven
que fui con cariño,
pero dejarla a un lado
porque ahora me estorba.
Su mundo
de ilusiones y fantasía,
ya no me interesa:
¡Qué bien vivir
sin la obsesión
de la perfección!
¡Qué bien
no sentir
ese desasosiego
permanente
que produce
correr tras los sueños!
"La vida
es tan corta
y el oficio
de vivirla
es tan difícil,
que cuando
uno comienza
a aprenderlo,
ya hay que morirse."
UNA MUJER
CASI SABIA
ACEPTA ESO
Y MUCHO MÁS...

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