Pero nos damos cuenta que aunque pase el tiempo siempre esperamos ser contrambiados a veces no de personas externas sino de las personas que nos rodean en casa, en familia, amigos
etc.
Y este es de seguro el màs grande error que podamos cometer.
Me viene a la mente de como Jesus mismo que curò diez leprosos, ustedes piensan que les dieron las gracias por haberlos curado?
Uno solo se volviò para agradecerle. Jesus le preguntò, donde estàn los otros nueve?Habian desaparecido.Se habian ido sin darle las gracias. Que falta de aprecio verdad, y hablamos de tiempos donde todavia se conocia la buena educaciòn basada en costumbres muy arraigadas donde las personas eran màs hospitalarias y generosas, imaginèmonos en nuestros tiempos que podemos esperar, verdad?Esta es la naturaleza humana y no la podemos cambiar porque a nosotros no nos guste.
Asi que abunda la ingratitudine e indiferencia y si alguna vez alguien nos demuestras gratitud, madre mia seguro que serà una agradable sorpresa, pero si no sucede no deberia influir al punto de hacernos sufrir o quitarnos las ganas de ser nosotros mismos agradecidos.Si aceptamos este hecho como algo normal seguramente no sufriremos tantas desilusiones.
Asi que es mejor establecer un punto fijo en nuestra mente y aceptarlo, elaborarlo y desarrollarlo cada vez que se nos presenta una escena que podria ser un poco deludente.
CLAVE: "SI QUEREMOS ENCONTRAR LA FELICIDAD DEJEMOS DE PENSAR A LA GRATITUD O LA INGRATITUD E SEAMOS NOSOTROS GENEROSOS DADIVOSOS POR EL MERO PLACER DE DAR"
Con esta ilustracion en la mente queremos imaginar este concepto.
La ingratitud es como la gramigna es natural crece en todos lados, mientras que la gratitud es como la rosa, viene nutrida, regada, cultivada, amada y protegida.

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